Natural de Sevilla (España), Rubén Méndez es guitarrista de flamenco. Lleva el arte y la pasión en la sangre. Cuando habla sobre los palos del flamenco, su rostro se ilumina. Lleva prácticamente un año en Shanghái, deleitando al público con una actuación semanal, los sábados en la Biblioteca Miguel de Cervantes, como preludio de la película del ciclo de cine. Méndez disfruta dando a conocer el flamenco en China.
Por: Meritxell Díaz
¿Qué definición daría de “flamenco”?
La palabra flamenco viene del caló –el lenguaje del pueblo gitano español– y significa cuchillo, algo cortante. Por eso el flamenco “corta”, con su rasgueado. Es un sentimiento que pasa del llanto a la alegría, así, de repente. Pero, sobre todo, el flamenco es una forma de vivir, un clima, un humor, un estado de ánimo. Es una cultura que los flamencos llevamos metida en la sangre. Está muy enraizado al pueblo andaluz.
¿Solo el músico es flamenco?
No, hay mucha gente que es flamenca sin dedicarse a la música. Flamenco es aquél al que le pasa una pena y es capaz de convertirla en alegría; es aquél que tiene una avería en el coche y no se enfada; es aquél que ve que en el bar de debajo de su casa están cocinando con aceite ya quemado y le baja una botella de aceite de oliva al cocinero…
¿Desde cuándo le vienen el sentir flamenco y el sentir musical?
Mi madre es profesora de música y mi hermana es concertista de piano. Una tatarabuela era bailaora…Así que diría que casi de antes de nacer. Cuando tenía 17 años empecé a tocar en una banda de rock and roll. Al poco empecé con el flamenco, que estaba más ligado a mi forma de ser. Ya tenía la base, todo estaba allí…
¿Cuándo llegó a Shanghái?
Hace un año. La primera en pisar la ciudad fue mi hermana, para dar un concierto de piano flamenco en la Exposición Universal de Shanghái, estuvo un par de meses. Le encantó. Luego vino mi hermano. Entonces yo me decidí a venir a Shanghái. Quería tener una experiencia diferente. Uno viene con lo puesto, tiene que moverse y tener un verdadero espíritu aventurero. No es fácil pero es apasionante.
¿Dónde podemos ver a Rubén Méndez?
Todos los sábados en el ciclo de cine de la Biblioteca Cervantes. Antes de que empiece la película, les traigo a los espectadores una pequeña muestra de flamenco. Ahora estoy de vacaciones y volveré a arrancar en septiembre. También doy clases en el JZ Club, una escuela de música. Siempre estoy abierto a nuevos proyectos para dar a conocer el flamenco.
¿Cómo se percibe el flamenco en China?
Como algo exótico y atractivo. Son ritmos y sonidos tan diferentes a los chinos que el público lo recibe como algo desconocido. Empiezan a entenderlo y empiezan a disfrutarlo.
¿Y qué es lo más complicado para los chinos que aprenden flamenco?
La fuerza del flamenco. Están más acostumbrados a ritmos que no varían tanto y de repente el flamenco es eso, fuerza, rasgueo, ritmo, compás…
¿Compone?
Sí, ¡por supuesto! El 80% de las falsetas que toco son mías.
Para los no entendidos, ¿qué es una falseta?
Una ejecución solista de la guitarra que hay entre los espacios de ritmo. Es como en el jazz, el momento de ejecución solista de cada uno de los instrumentos. El flamenco se compone de palos y cada palo se subdivide en estilos. Tengo un árbol genealógico de todos los palos con sus divisiones. Luego entre medio de esas rumbas, soleás, martinetes, bulerías… se meten las falsetas.
En el flamenco, ¿es más importante la técnica o la improvisación?
La técnica es el vehículo que te permite expresarte. Si no tienes la técnica, no puedes improvisar. Una vez se tiene la técnica, se trata de una cuestión de oído. Afortunadamente, tengo muy buen oído musical y sé dónde encajan los sonidos y los ritmos.
¿Quiénes son sus maestros?
Mi viejo amigo y compadre, Jerónimo Maya. Tiene una excelente técnica. Está a años luz de todo. Es mi maestro espiritual. También Enrique Escudero y Manuel Molina.
¿Y sus referentes?
Paco de Lucía, El Tomatito, el Niño Miguel, el Niño Josele, Pepe Habichuela, Rafael Riqueni y tantos otros.
Dicen que el tipo de instrumento que toca un músico refleja mucho su personalidad.
El instrumento absorbe la personalidad del músico. La guitarra es alegría, es ruido, es pasión, es optimismo. Así soy yo.
Contacto: rubantis@hotmail.com