Al comenzar diciembre el panorama era bastante oscuro para la bolsa de Shanghai. Registraba un desplome acumulado durante el año del 21 por ciento. Los números hacían presagiar un resultado anual similar o incluso peor que en los últimos años. En el 2011 cosechó precisamente un 21 por ciento de pérdidas, todavía más que en el 2010, en el que retrocedió un catorce por ciento.
Sin embargo, algo cambió a pocas semanas de cerrar el año. Las previsiones del Banco Mundial de que la economía crecerá más en el 2013 que en el 2012 animaron el parqué.
En un sólo mes, diciembre, la Bolsa de Shanghai ganó un 14.6 por ciento, con lo que no sólo se recuperó de las pérdidas que arrastraba durante el año, sino que además logró obtener unas ganancias, a 31 de diciembre, del 3.17 por ciento.