Por Paulina Herrán
El interés de China frente al golf está cada vez más vigente y hay razones históricas que así lo mostrarían: muchos remontan su origen a Escocia, pero muchos dicen que hay un precursor en la dinastía Song china, donde se jugaba con un bastón y una pelota en el siglo X. No obstante, en la llegada del deporte con los extranjeros que han llegado a China desde siempre, desde el deporte fue prohibido durante la Revolución Cultural. Posteriormente, cuando el país empezó a abrirse con la presencia de Deng Xiaoping, se permitió el funcionamiento de algunos campos con el fin de atraer a los inversionistas extranjeros; después de 1984, se construyeron varios campos de golf en todo el país. Ya finales de 2009 había 600 campos, más de dos tercios de los que se abrieron desde 2004, donde había tan solo 170. Para 2020, se espera construir 1.000 campos más.
El golf en China es una industria creciente: hay cerca de 358.000 jugadores (mayores de 18 años y que juegan más de 8 rondas al año), con una tasa de crecimiento del 7.5%. Se estima que para 2020 el número de jugadores crecerá a 20 millones. Lo sorprendente es que sigue siendo un deporte selecto y costoso para un público masivo: menos del .03% de los chinos juegan golf, comparado con el 8% de los norteamericanos. El costo promedio para jugar los 18 hoyos en Shanghái es de cerca de 800 RMB (US$ 123), que representa ¼ del promedio de los ingresos mensuales de un ciudadano urbano chino. Esto se debe a que al golf no se le considera como un deporte, sino como una actividad de entretenimiento y se cobra un impuesto del 23.5%.
Los campos de golf en China equivale al 1.25% de todos los campos en el mundo, pero sólo el 0.6% del total de golfistas están en China. Muchos de los campos en China están ubicados cerca del este del país: Beijing tiene 59 campos de golf, mientras que en la provincia de Guangdong hay 33 en total. Shanghái es la tercera en la lista, con 21 campos, mientras que en la provincia de Qinhai sólo hay uno. Pero hay un dato notable: cerca de Shenzhen hay 12 campos, entre los cuales se destaca el complejo de golf más grande del mundo, Mission Hills Golf Club.
El florecimiento del golf
Con el restablecimiento del golf como deporte olímpico, que se iniciará en los Juegos Olímpicos de 2016, hay un nuevo interés por generar nuevas promesas que consigan el oro para China. La Asociación China de Golf (CGA, por sus siglas en inglés) –de administración estatal- ha implementado un sistema de equipos nacionales de niveles de profesionales, amateur y junior, con lo que fomenta a las provincias a formar sus propios equipos. Para expandir la base de los nuevos golfistas, la CGA trabaja con el banco HSBC para llevar a cabo torneos para el nivel junior y enseñar golf en las escuelas primarias, con lo que se llegaría a miles de niños. Esta estrategia se basa en la idea que el golf hace énfasis en la fortaleza técnica y mental, en vez de ser un simple juego, tal como lo establece la cabeza de la CGA, Zhang Xiaoning.
En la actualidad, China tiene solamente pocos golfistas profesionales, que están en el ranking mundial de los mejores 300 jugadores mundiales. Un ejemplo de ello es la joven Shanshan Feng, que es la primera golfista en ganar un título del Tour LPGA, lo que la ha convertido en un fenómeno en el país por estar calificada como la número 6 del mundo. Además de ella están Zhang Lian-wei y Liang Wen-Chong, catalogados como golfistas top en los rankings internacionales.
Así mismo, hay nuevas estrellas que están sobresaliendo en los torneos: el chico de 13 años Guan Tianlang se convirtió en el jugador más joven en participar en el Tour Europeo. Por su parte Andy Zhang, con 14 años, hizo historia al convertirse en el golfista más joven que clasifica en el U.S. Open. China también es la sede de varios torneos, tales como WGC-HSBC Champions y BMW Asian Open en Shanghái, TCL Classic en la isla de Hainan y Volvo China Open en Shenzhen.