El Festival del Dragón conmemora al poeta patriótico Qu Yuan
La leyenda del poeta cuenta que Qu Yuan, que apoyaba al estado de Chu escribió hermosos poemas mostrando su pasión por el país, como “El Lamento”, “Preguntando al paraíso” o “Nueve canciones” conviritiéndose en el poeta más famoso y reconocido de China. Cuando terminó su obra maestra “Hai Sha”, se lanzó al río al ver cómo Qin, la dinastía contra la que luchaban, se estaba haciendo con el control de China, conquistando y ocupando los territorios.
La población quedó conmocionada con la noticia, los pescadores buscaban su cuerpo desesperadamente y la gente lanzaba comida al río para persuadir a los peces de devorar el cuerpo de Qu Yuan. Más tarde, esto se convirtió en una muestra de respeto y una manera de recordar a uno de los grandes poetas chinos de todos los tiempos. Hoy en día continúa esta costumbre.
¿Cómo se celebra?
En la actualidad se conmemora esta leyenda en el quinto día del quinto mes lunar. La carrera de barcas del Dragón y la degustación de zongzi caracterizan a esta celebración.
La carrera del Dragón. Encabezando a la embarcación, decorada con tradicionales motivos que normalmente evocan a un dragón, un miembro del equipo anima tocando un tambor, a los remadores que intentan alcanzar la meta antes que los demás participantes. Es una manera de recordar la búsqueda de los aldeanos del cuerpo de Qu Yuan y se dice que quien logra alcanzar la meta el primero logrará traer prosperidad a su pueblo.
La comida. La degustación estrella para esta celebración es el zongzi, arroz glutinoso envuelto en hojas de bambú. En diferentes zonas de China tienen sus especialidades propias.
También es muy típico llevar una bolsa de perfume de seda en cinco colores, que, según la tradición, protege a los niños del diablo. También es habitual que los pequeños lleven hilos de seda en las muñecas, los tobillos y alrededor del cuello. Mientras sus padres les colocan estos hilos, los niños no pueden hablar con ellos si quieren mantener las propiedades mágicas del ritual.
Las hojas de artemisa y calamus previenen de enfermedades en las casas que, con la llegada del calor atraen afecciones para la salud transmitidas, fundamentalmente, por los mosquitos, que son espantados por el olor de las hojas colgadas en las casas.