En medio de la nada, un hombre. Camina solo, cansado, acompañado solamente por una gran maleta y un gran trozo de papel.
Así empieza el espectáculo Papyrus, de la compañía Xirriquiteula Teatre, que llega mañana a Shanghái. Es la primera vez que aterrizan en China y traen con ellos en la maleta una historia que habla de la magia que surge cuando nos dejamos conocer desde el corazón. Todo contado a través de los gestos, estableciendo un juego de formas, papel y pintura. A través de estos elementos, los personajes principales consiguen comunicarse entre sí.
Hemos hablado con los directores de este espectáculo, que lo definen como “teatro de creación, poético y gestual que fusiona el humor, el amor y las artes plásticas.” Iolanda Llansó, Prisca Villa y Christian Olivé cuentan que el hecho de que el espectáculo solo cuente con gestos facilita su internacionalización, asegura Prisca que “¡un buen actor con sus capacidades gestuales puede sugerir al espectador un mundo!” pero Papyrus también cuenta con una escenografía especial que “juega un gran papel para narrar la historia ya que se realiza en directo y la música potencia la emoción de cada momento”, comenta Iolanda.
Su público no es de los que se andan con chiquitas. Si a los niños les gusta o no les gusta algo, se nota y eso es un factor añadido “el público infantil es muy sincero y nos encanta.
Pero ¿cómo se enfrentan los actores de Papyrus a este reto? “Los niños son el público más exigente que conocemos, porque son auténticos, no tiene máscara, son transparentes y si les gusta les gusta de verdad y si no, absolutamente será un no.”, comentan algunos de ellos.
Dicen que “cada vez que actúas para niños es un reto, necesitas estar al 100% siempre, porque ellos son los reyes del juego, si no estás a su altura allí llegan las dificultades…” Sin embargo estas dificultades no se notan demasiado en las reacciones de público: “los niños entran en la historia ya desde el principio y no le importa que no haya grandes efectos especiales, ruidos y sonidos…la historia los atrapa y las emociones les llegan; por un momento se olvidan de la tecnología, la televisión y los videojuegos…”
«Papirus», según su propia definición “es un homenaje a la esperanza, al reconstruir, al empezar de nuevo y de nuevo ver la luz después de verlo todo oscuro por un final destructivo, que representamos con la guerra por ser la más clara y grande destrucción. Un encuentro entre dos personas que hace que el juego les lleve a una nueva realidad, a una historia nueva, dejando atrás lo que quedó en el camino…”
Un show dedicado a los que siguen soñando ¿Te lo vas a perder? Consulta nuestra agenda.
Y aquí tienes un adelanto en vídeo:
