Huh kiti, La Mancha llahta sutiyuhpin, mana yuyarina markapi (En un lugar de La Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme). Así comienza la obra más universal de Miguel de Cervantes, el Quijote. El peruano Demetrio Túpac Yupanqui, de 91 años acaba de culminar su traducción a la lengua indígena.
Hace diez años terminó de traducir la primera parte de la obra universal, tras recibir el encargo del reportero español Miguel de la Cuadra Salzedo, gran explorador e impulsor de la cultura en Latino América. El periodista llegó a la academia el Calla y le dijo «con su acento vasco» que quería que tradujera la obra porque le habían dicho en lugares como Argentina y Cuzco que Túpac era el mejor que podía traducir El Quijote al quechua. Y así comenzó a traducir la obra de Cervantes.
Terminó la primera parte hace diez años y por su trabajo recibió el título inca de Amauta Capac Apu (gran maestro y señor) por parte del Consejo de los cuatro Incas que reúne a los descendientes del imperio incaico en el Cusco.
Ahora, en 2015, para conmemorar el cuarto centenario del clásico, el traductor ha terminado la segunda parte y puede ser leído por más de 10 millones de personas que hablan el quechua actualmente. (en Perú, Bolivia, Argentina, Chile, Ecuador y Colombia).