Por: Edgar Castro
Poco a poco, China está construyendo una poderosa fuerza naval comparable a la que construyó el Almirante chino Zheng He en los tiempos de gloria de la dinastía Ming en el siglo XV.

China se convirtió en toda una potencia naval bajo el reinado del emperador Yongle Zhu Di (1403 – 1424) de la dinastía Ming, y de su mano derecha, el Almirante Zheng He, con una flota de más de 300 barcos y alrededor de 20 mil tripulantes. La flota naval china era la punta de lanza de la diplomacia china de entonces, y estaba encargada de abrir los puertos extranjeros al comercio chino, conseguir las invaluables especias de Ceylán, las maderas de Indonesia y otras islas, proteger las rutas por donde transitaban los barcos chinos  por el estrecho de Malucas en Malasia, y por consiguiente también de acabar con el antiguo negocio de la piratería marítima. Bajo la dirección del Almirante Zheng He, los chinos hicieron 7 expediciones en que llegaron hasta el cuerno de África y posiblemente Sur América.

Hoy en día, en los albores del siglo XXI, China reconstruye los pasos del querido Almirante Zheng He, y está expandiendo su flota naval para proteger sus derechos marítimos y las rutas de tránsito de sus modernos cargueros que se encargan de transportar las materias primas que China compra en el extranjero, como petróleo y carbón. Un caso específico es la presencia naval en el golfo de Somalia para neutralizar a los piratas somalíes o los nuevos navíos de guerra que ya navegan por países tan lejanos como El Perú. Además, se registra un considerable aumento en lo que se refiere al patrullaje marítimo en el estratégico estrecho de Malucas entre las islas de Malasia y Singapur, por donde circula más del 60 por ciento del petróleo que viene de los países árabes hacia los puertos chinos de Guangdong y Shanghái. La Armada China se ha convertido en toda una fuerza de largo alcance que llega a todos los confines del mundo.

El siguiente es un cuadro comparativo de las dos flotas navales más grandes del siglo XXI:

China se prepara para asumir un rol cada vez más importante en el siglo XXI, construyendo una poderosa armada de la misma envergadura que la que tuvo el Almirante Zheng He en el siglo XV. Al igual que en los tiempos de la dinastía Ming, esta flota naval, bajo la dirección de su actual comandante, el Almirante Wu Shengli,  será la encargada de llevar y proteger los intereses de China en los diferentes mares del mundo, especialmente en las rutas estratégicas por donde transitan sus cargueros de petróleo como en el estrecho de Malucas y el carbón procedente de Colombia, al igual que el oro y cobre procedentes de Perú y Chile respectivamente.