Por Alejandro Ramírez Restrepo
Inexorablemente avanza El Mundial. De los eliminados, de los vencidos, no queda nada. No importaron sus ruegos, sus tapadas espectaculares, los yerros arbitrales que los pudieron favorecer ni tampoco los más hercúleos esfuerzos por parte de sus jugadores, técnicos, dirigentes o incluso de presidentes, como los realizados por Pepe Mujica, mandatario de el paisito, el gran Uruguay. Nada de eso pudo detener la conformación del cuadro definitivo de los últimos ocho equipos que todavía quedan en El Mundial de Brasil 2014.
Un Brasil que parece jugar triste y sin imaginación, que quizás es por eso que en cada entrevista sus jugadores y su técnico derraman lágrimas dignas de alguna de las románticas historias de la autora de novelas «rosa» Corín Tellado. Este Brasil se enfrentará a la sensación del torneo, Colombia, liderada por un joven James Rodríguez que ha causado furor por su fútbol y sus goles, y en el mundo angloparlante se ha convertido en una nouvelle-celeb, nueva celebridad, debido a la pronunciación de su nombre, fonéticamente James y no Yeims, como es usual en el inglés; hasta el punto que algunos en la BBC, por ejemplo, han decidido por presentarse pronunciando la forma colombianizada del nombre: “Good evening, I’m ha-Mez… back to you ha-Mez”.
Futbolísticamente hablando Colombia ha sido superior a Brasil a lo largo del torneo, pero la canarinha es potencia y juega de local; así que con ayuda extradeportiva o sin ella (como muchos mal pensados desde ya avizoran recibirán los brasileros), no hay nada decidido. Un pronóstico realista apuntaría igualdad de chances a cada bando. Las potencias europeas Francia y Alemania también se verán las caras. Cada una tuvo inicios virtuosos reconocidos por propios y extraños. Lideradas por sus capos, Benzema el de los galos, y Müller el de los teutones, su buen fútbol y efectividad se han ido difuminando un poco a lo largo de la competencia a tal punto que han generado dudas. Si se toma mano de nuevo del realismo sobrio, tendríamos que alegar que el triunfo está para cualquiera de los dos.
La Argentina de Messi se verá la cara con los diablos rojos belgas. Sobre Argentina sobran las palabras. Basta observar la cara de confusa angustia de su director técnico durante los encuentros, para entender que lo único que este equipo produce es desazón. ¡Y eso que tienen a Messi y al Papa Francisco de su lado! Bélgica es una incógnita, literalmente. Nadie sabe si jugará tan mal como lo ha hecho en algunos momentos o si explotará, como también lo ha hecho resueltamente en otros. Nuevamente, 50-50 de probabilidades.
Por último, la gran sorpresa de El Mundial, Costa Rica, se enfrentará a Holanda. Los ticos fueron ubicados por la suerte en el grupo que fue denominado por la prensa como el de “la muerte”, porque en éste estaban tres selecciones que juntas sumaban siete títulos mundiales y una riquísima tradición futbolera: Uruguay, Italia e Inglaterra. Y ahí había otro cuarto que iba a pagar los platos rotos por contar con un condenado destino, que era Costa Rica. Pues aconteció que ese grupo efectivamente sí era el de “la muerte” pero porque Costa Rica era “la muerte”. Le ganó a Uruguay, noqueó a Italia y a Inglaterra la dejó de colero al empatarle cero a cero.
Holanda llegó vestida de subcampeona y quiso la fortuna que su camino mundialista comenzara venciendo de manera épica a los campeones reinantes, los españoles, sus verdugos de cuatro años atrás, de forma contundente y avasalladora. Los holandeses siguieron avanzando y, aunque no convencieron tanto como en el primer capítulo frente a España, esta es quizás la única llave que tiene un menos difuso favorito y esos son los tulipanes. Además llegan un poco más descansados al no haberse ido a la prórroga de 30 minutos, mientras que sus futuros rivales, los costarricenses, no sólo la sufrieron sino que definieron su tiquete desde los tiros del punto penal.
Ahora, aunque el paso a seminales está para cualquiera de los ocho equipos, si hacemos uso de la última estadística indicada, la de las prórrogas, quizás haya mejores luces para saber quién pasará y quién quedará sometido al limbo del olvido. Desde El Mundial de 2002 en Corea-Japón sólo un equipo de diez que ha ganado su partido con prórroga, ha podido imponerse en su siguiente encuentro. De esta manera tenemos que, entre Brasil y Colombia, puede ser Colombia; entre Francia y Alemania, las opciones las tiene Francia, y entre Holanda y Costa Rica, los holandeses pueden ganar. El de Argentina y Bélgica sigue igual en ese campo porque los dos equipos se fueron de alargue.
Así que con esta información, apreciado lector, haga sus apuestas y aproveche la fiebre de El Mundial para mejorar sus finanzas. ¿O no?
@paganopiadoso
*Consultor y relacionista público.
