Por Ganesh Singh.
El progreso científico y tecnológico en todo el planeta ha hecho que los humanos cada vez seamos más sensibles, criticos y creativos, haciendo que nuestra inteligencia haya adquirido un gran poder analítico. La parte izquierda del cerebro está muy desarrollada, ayudando a desvelar los misterios de la naturaleza y a comprender claramente las leyes generales de la naturaleza. Hemos disfrutado de la tecnología. La automatización y las computadores han hecho nuestras interaciones más rápidas y sofisticadas.
En la búsqueda de la felicidad, nos invade el deseo de mejorar nuestros estandares de vida mediante la adquisición de objetos de confort y en busqueda de placeres sensuales. Para satisfacer este deseo estamos siempre buscando ganar más dinero. En este proceso nos hemos convertido en personas muy activas y hemos salido del letargo. Asociado a esta evolución han surgido dos grandes retos: la polución y el estrés. La lucha contra la polución está siendo tratada poco a poco. Cada vez se están tomando medidas más estrictas para controlar los residuos de los sectores industriales y cada vez se buscan y promueven más las tecnologías ecológicas. Sin embargo, el estrés no está siendo tomado suficientemente en serio. La calidad de vida de las personas se está empobreciendo, con nuevas amenazas para la salud e incomodidad social a todos los niveles.
La visión mecánica del mundo actual, con una mayor dependencia de la ciencia y la tecnología basada en lo material y el estilo de vida asociado a ello debe cambiar hacia una visión más holística del mundo con un estilo de vida más saludable y armonioso. El entrenamiento emocional y el control de la propia voluntad, el crecimiento del lado derecho del cerebro en general, son las bases para llevar una vida holística, más armoniosa. Y de eso se trata el Yoga.
Lejos de ser meros ejercicios acrobáticos o de respiración o una fuerza mágica, el Yoga, quiere ser la ciencia del futuro, con una visión holística de gran importancia para una sociedad progresiva. Se trata de un progreso consciente que nos ayuda a alejarnos de nuestros instintos animales y ayudarnos a manifestar las grandes potencialidades altetargadas en nosotros mismos. El yoga considera que controlar la voluntad, calmar la mente y estabilizar las emociones sin abandonar el intelecto, son la base para el progreso humano. El reto para controlar el estres es entonces conseguir prograsivamente pasar de una vision materialista a una vision más basada en la mente; de una escala de valor basada en el la economía a una escala de valor basada en el progreso. No es paradógico entonces que el Yoga con 4000 años de história esté tan en voga dentro de la era tecnológica. Durante más de 1000 años el yoga ha crecido en espcialidades y subespecialidades científicas. Las técnicas el yoga para la comprensión del propio ser han evolucionado a traves de hombres y mujeres de todo tipo de origen económico o religioso, sin dogmas o rituales. Y han sido testadas a lo largo del tiempo en el sofisticado laboratorio que es la mente.
Existen cuatro lineas principales dentro de las técnicas del yoga, partiendo de las quarto facultades del hombre: La inteligencia, la emoción, la voluntad y las capacidades ejecutivas que se desarrollan a traces del aparato sensor y locomotor.
Las quarto especialidades son el Jnana Yoga, el Bhakti Yoga, el Raja Yoga y el Karma Yoga, respectivamente.
El Jnana Yoga (el camino a la sabiduría) se centra en el intelecto y estudia questiones básicas sobre la realidad, los objetivos en la vida, la felicidad y la tristeza, etc. La busqueda de respuesta a estas preguntas nos lleva al origen del intelecto denominado “Silencio”. La comprensión de este concepto nos puede ayudar a comprender el origen del estrés y la tensisión.
El Bhakti Yoga, se centra en las emociones y es una de las disciplinas más relevantes en la era moderna. Ningún sistema educativo nos enseña a controlar nuestras emociones, lo que conlleva problemas sociales, supresiones emocionales y problemas spicosomaticos. Este tipo de yoga nos enseña a invocar las emociones, intensificándolas y difuminandolas mediante el pensamiento subliminal, para aprender a controlarlas. Este control nos lleva a una vida más armónica, más llena de amor. Esta tambien puede ser otra forma de llegar al “silencio”.
El Raja Yoga se centra en la voluntad, tanto fisiológica como mental. Esta modalidad de Yoga se divide en ocho brazos o niveles.
El Niyama y el Yama consisten en un listado de cosas que hacer y que no hacer.
El Yogasanas, que es el más popular de los yogas, consiste en hacer posturas concretas para tranquilizar la mente.
El Pranayama, es una técnica respiratoria que relentiza los procesos del cuerpo y facilita el acceso al silencio interior.
El Pratyahara se basa en controlar los sentidos para que no abrumen a la mente.
El Dharana que centra la mente en un solo pensamiento elejido
El Dhyana, es un tipo de meditación que conserva la energía.
El Samadhi que busca pasar o un nivel más profundo de consciencia.
Finalmente, el Karma Yoga ofrece una forma regular de liberar el estrés, permitiendo la relajación manteniendo la mente totalmente despierta, facilitándonos una interacción social juiciosa y efectiva.
En definitiva, el yoga nos ayuda a desarrollar nuestra personalidad físicamente, mentalmente y emocionalmente, desde una persperctiva holística, ofreciendo una visión general para enfrentarnos al estres de la vida moderna.
