Por María Caraballo
El impresionante desarrollo económico que han tenido países de Asia del Este tales como Japón, Corea del Sur, y por último China ha permitido no solo la modernización e industrialización de la mayoría de estos países sino que también ha traído como resultados altos índices de alfabetización, una desarrollada economía y una clase media alta preponderante.
Pero ¿qué relación tiene el asombroso milagro económico sufrido en países de Asia del Este con la cultura del confucionismo o normas culturales establecidas hace más de medio siglo en toda Asia, enfocándonos simplemente en la relación existente entre progreso económico y cultura? Para esto es necesario hacer referencia a académicos tales como Thomas Risse que nos hace énfasis en la cultura política refiriéndose a ella como las ideas, normas que ha sido internalizadas dentro de un sistema de gobierno y aceptadas y respetadas por la mayoría de los residentes de una población.
De la misma manera Alatair Ian Jhonston nos menciona “Las decisiones o políticas adoptadas por diferentes estados se encuentra basadas en experiencias a priori mayormente influenciadas por características socio culturales mejores conocida como cultura política, y aspecto cognitivos propias de los estados y elites del gobierno”.
Luego esta estrategia cultural se convierte en una idea colectiva y dominante compartida por militares y elites políticas resultando en una comunidad de intereses y preferencias expresados en lo que denominamos interés nacional de un estado.
¿Qué relación tiene el asombroso milagro económico sufrido en países de Asia del Este con la cultura del confucionismo o normas culturales establecidas hace más de medio siglo en toda Asia?
Basado en esto podemos entender que la cultura es un importante y dominante factor en las políticas de un país, explicando en gran medida porque algunas regiones como la Asiática con profundas raíces confucionistas pero con pocos o escasos recursos naturales se ha desarrollado a una rapidez impresionante en comparación con otras regiones como las latinoamericanas o africanas donde la abundancia de recursos naturales no es un problema. Una explicación detallada a esto nos la presenta William Raftlif que nos dice que algunas características de las cultura confucionista estuvieron presente en el desarrollo económico de estos países tales como: el mejoramiento personal a través de la educación, donde establece la educación como la vía rápida y eficaz al éxito financiero y a la seguridad, el trabajo duro y la voluntad constante de salir adelante, que el mérito se debe buscar y premiar. Willian también afirma “Estas características ha permitido al Asia Confuciana entrar con mucho más éxito que la no confuciona” .
Así mismo el confucionismo postula que el perfeccionamiento de la vida viene con el pleno desarrollo del hombre que se logra por medio de la educación, Confucio se enfocó en el hombre, (el hombre es la medida de todas las cosas, fue por lo tanto un humanista enfocándose en la responsabilidad individual de cada hombre.
En cambio en Latinoamérica la normas católicas “predica la aceptación, a menudo la pasividad, y con frecuencia la responsabilidad del gobierno. Quizás lo más importante para América Latina es que la cultura y el pensamiento tradicional ibéricos (no indígenas, de hecho) nunca incluían seriamente educar a toda la población” (William Raftlif, 2012,36). Situando a una América Latina como gobiernos donde la relación patrón cliente o clientelismo domina todas la esferas políticas y económicas en un estado entendiendo por Clientelismo como relación diádica que asume en gran medida un carácter instrumental en el cual el individuo de estatus socio-económico más alto (el patrón) usa su influencia y recursos para ofrecer protección y beneficios a la persona de estatus más bajo, quien a su vez retribuye al patrón ofreciendo apoyo, asistencia y servicios personales.
Mientras que en el Asia el confucionismo se enfoca en el mejoramiento personal de cada hombre como base al éxito económico, Latinoamérica se enfoca en la función del gobierno y las buenas políticas para justificar progreso económico. El indiscutible nexo que existe entre cultura y gobierno es una pieza para el desarrollo económico de un país en este sentido es importante concluir que somos un producto de nuestra cultura y nuestra historia.
María Caraballo Fernández
Abogada egresada de la Universidad Santa María, Venezuela, con una especialización en Política Internacional y del Este Asiático de la Universidad de Jilin China. Ha desempeñado diferentes cargos como Asesora Legal en Oficinas Gubernamentales en Venezuela y bufetes privados de Venezuela. Actualmente se encuentra estudiando el tercer año de chino mandarín en la Universidad de Estudios Internacionales de Beijing.
