Huawei, la ciudad de la tecnología
Es un concepto de diseño de ciudad único en el mundo: se trata de una auténtica ciudad, con la salvedad de que pertenece a una empresa y todo lo que hay en el interior de sus muros pertenece a la compañía de tecnología china Huawei. Es un complejo descomunal, tres veces más grande que la Ciudad Prohibida de Pekín. Algunos dicen que es una mezcla entre Sillicon Valley o Google y una ciudad financiera.
La empresa ha construido en la ciudad de Shenzhen este centro de negocios de dos kilómetros cuadrados que incluye oficinas, edificios de formación, casas para los trabajadores y la fábrica donde se manufacturan sus componentes. En total existen 10 áreas.
40.000 empleados acuden cada día a estas instalaciones pero algunos residen en su interior, donde pueden además disfrutar de gran cantidad de establecimientos de ocio y recreativos reservados para los trabajadores de la compañía.
Aseguran los directivos que la lista de espera para vivir en la “Ciudad de Huawei”, construido entre los años 1998 y 2004, es larga y que los que quieren comprar un piso aquí supera ampliamente la oferta inmobiliaria el lugar.
Tres ramas de negocio en un mismo espacio
En el último año Huawei presentó unos beneficios mundiales de 46.500 millones, a través de tres líneas de negocio presentes en esta macro ciudad: Carrier, Enterprise y Consumer. La primera es la que da más beneficios al grupo con el servicio de redes inalámbricas, servicios globales, de energía y software. Enterprise, que supone el 26% de beneficios corporativos, se encarga de la venta de celulares, banda ancha y equipamientos y Consumer, de gestión y tecnología wireless.
La mirada, en la innovación
Cada año, la empresa destina un 10% de los beneficios a investigación y desarrollo, algo que les permite desarrollar la competitividad. Así, con una inversión de 24.000 millones de dólares en I+D, se han convertido en la primera compañía en el ranking de número de inventos patentados en China, entre los 50 primeros en EE.UU. y entre los 15 primeros puestos en Europa.
Además, cuentan con acuerdos estratégicos de colaboración con 31 instituciones repartidas por todo el mundo.
Un CEO “giratorio”
La política directiva de la compañía también llama la atención. Los consejeros de la compañía ocupan el sillón de CEO de manera temporal para evitar influencias personales en las decisiones y para que cada uno ponga su aporte personal y sean capaz de hacer esfuerzos colectivos para el éxito de la compañía.
