Por GuateChika
Invierno de 2015, recién llegada a Shanghái. Viví mi primera aventura en Xintiandi. Muchos me habían hablado de este distrito. Un lugar elegante, sofisticado y costoso. ¿Costoso? Nada más llegar a una ciudad tan cosmopolita como lo es Shanghái, en realidad todo se me hacía más costoso. Un alemán, al que conocí por coincidencia, me llevó al restaurante Paulaner de Xintiandi, donde ofrecen comida típica alemana. Así fue como llegué por primera vez aquí. Días después decidí acercarme por mi cuenta. Sin conocer el metro de Shanghái, avancé por la línea 10 (lila), hasta la parada de Xintiandi. Quise usar un cajero automático instalado dentro de uno de los centros comerciales de la zona. Mi mala suerte de recién llegada hizo que mi tarjeta se quedara atorada dentro de la máquina, no dejándome sacar el efectivo. Literalmente, el cajero se comió mi tarjeta internacional.
Después de esta experiencia, no regrese a Xintiandi por un buen tiempo. Pero no podía pasar mucho antes de que volviera a este lugar, ya que aquí se celebra todos los años el famoso “Shanghai Fashion Show”, uno de los espectáculos en el mundo de la moda mas esperados del año. Era obvio que, tarde o temprano, regresaría, ya con efectivo en mi bolsillo, a experimentar este lugar que se ha vuelto tan atractivo para chinos y extranjeros.
Xintiandi, traducido como «el nuevo cielo en la tierra», ha pasado a ser una de las áreas más sofisticadas de Shanghái. Con una amalgama de tradicionalismo y modernidad, es uno de esos lugares que te hace viajar en el tiempo. Un laberinto de arquitectura clásica, de casas tipo shikumen (puerta de piedra en chino) remodeladas y convertidas en restaurantes o cafés; sin olvidar las tiendas selectas cuyos objetos sólo se pueden conseguir en este lugar. Un paseo de noche, por sus calles iluminadas, te transporta al Shanghái de los 1920’s. Las personas que caminan alrededor, vestidas tan elegantemente, te hacen sentir que acabas de salir de una escena de una película típica de la época.
Xintiandi fue rediseñado por Benjamin T. Wood y Nikken Sekke International durante la década de los noventa del siglo pasado. Está dividida en dos partes: el bloque sur y el bloque norte. El primero es un conjunto arquitectónico moderno, mientras que el segundo conserva la estructura shikumen. Los dos bloques se complementan.
Sin embargo, Xintiandi no siempre fue este lugar tan exclusivo, repleto de restaurantes de lujo. En un momento de su historia, vivían aquí alrededor de 3.500 familias que tuvieron que ser reubicadas para que el barrio pudiera convertirse en lo que es hoy día. Este espacio pudo haber sido acondicionado paraalbergar una torre de departamentos de lujo, un centro comercial cerrado, oficinas… o para rehabilitar los antiguos shikumen. Finalmente, se optó por remodelar lo muy viejo y dejar lo no tan viejo intacto, creando una zona llena de bares, cafés, tiendas al aire libre y restaurantes con los mejores chefs. Ése fue el costo de oportunidad que se le dio al distrito.
Xintiandi se ha convertido en un lugar urbano, donde lo viejo y lo nuevo va en conjunto, donde lo antiguo y lo moderno se convierten en arte, donde lo asiático y lo europeo se unen. El cielo y la tierra se convierten en uno. Aquí puedes disfrutar un día completo de arte, música clásica, cafés con estilo, bares con los mejores cócteles y alta cocina europea. Es un lugar de calma, con elegancia, donde puedes llevar a tu pareja y disfrutar de un día maravilloso y de una noche sensacional. El cielo en la tierra, ¡Xintiandi!
Nenna B. Parra, conocida como GuateChika, vive en Xujiahui, Shanghái, y estudia Nuevos Medios y Diseño en Jiaotong University. De nacionalidad guatemalteca y con una actitud positiva y abierta a nuevas experiencias y conocimientos, viajó a China para descubrir Asia y enriquecerse de otras culturas, además de completar sus estudios.
2016/06/09