Cartagena de Indias y su magia colonial

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Por: Meritxell Díaz

La Catedral de Cartagena. Fotografía de Mario Carvajal
La Catedral de Cartagena. Fotografía de Mario Carvajal

Sus calles huelen al Caribe. Su ritmo de vida es apacible pero intenso. Sus noches se mueven al ritmo de la rumba. Y su aspecto colonial la hace destacar como destino turístico. Cartagena de Indias, la quinta ciudad más poblada de Colombia, es un buen lugar para disfrutar de unas vacaciones que combinen cultura y ocio.

 

Se encuentra a más de 1.000 kilómetros de la capital del país, en el norte. Cartagena es una bahía rodeada de islas que despierta el interés de numerosos turistas, tanto del país como de fuera del país. Fue colonia española durante casi tres siglos y, de hecho, una de las ciudades americanas más importantes de la Corona Española en aquella época. Piratas y corsarios saquearon Cartagena, por lo que se tuvo que fortificar. En 1811 se declaró la Independencia Absoluta, pero los vestigios arquitectónicos siguen de pie. Murallas, castillos, iglesias, palacios… forman parte del patrimonio de Cartagena de Indias. Al pasear por sus calles y visitar sus monumentos, uno se traslada al paso y revive toda esta rica historia. En el año 1959 el centro histórico de la ciudad fue declarado Patrimonio Nacional de Colombia y en 1984, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

 

Los imperdibles

Las playas: Las vacaciones son sinónimo de descanso y qué mejor manera de hacerlo que tumbados frente al mar, disfrutando del sonido de las olas y del sol bronceándonos la piel. Y más, cuando el destino elegido es el Caribe. La playa más conocida de la ciudad es Bocagrande, de arena fina y dorada. Es una zona muy turística, por lo que la oferta de hoteles, restaurantes y bares es muy variada. Un poco más alejadas del centro pero muy bien comunicadas con autobús, están las playas de la Boquilla y el Manzanillo. El cuidado de las playas de Cartagena es muy bueno, se suelen limpiar cada noche.

A aquellos que les apetezca alejarse un poquito más. A tan sólo 45 minutos de Cartagena se encuentra la isla de Baru, famosa por sus playas de arena blanca y sus aguas cristalinas. Es una zona en la que disfrutar de buen marisco, así como de sabrosas y refrescantes frutas. Hasta allí se puede llegar en barco, en una excursión organizada.

Las playas de Cartagena. Fotografía de Jorge Lascar
Las playas de Cartagena. Fotografía de Jorge Lascar

A una hora y media, se encuentra el archipiélago de Islas del Rosario, otro lugar idílico en el que perderse por unos días. Los amantes del buceo no pueden perdérselo, porque es, sin duda, una buena oportunidad para poder ver el fondo del mar en sus aguas multicolores. También se pueden destinar unas horas a hacer una interesante visita al acuario.

El centro histórico: El casco antiguo de la ciudad tiene todavía ese aire colonial. Es una parada obligada en la ciudad, para recorrer sus calles y entrar en algunos de sus monumentos. Las construcciones de carácter militar, civil y religioso se dan cita. Uno de los templos que merece la pena ver es la iglesia de San Pedro Claver, construida a principios del siglo XVIII. Corresponde a la arquitectura de estilo “jesuítico”. Como dato curioso, la mayor parte de la fachada está labrada en una piedra de la isla Tierrabomba y esta fachada es considerada la más rica de Cartagena.

El Reloj Público es la entrada a la ciudad amurallada. En la actualidad cuenta con tres puertas de acceso y es otro de los lugares más fotografiados de la ciudad.

La plaza de la Aduana es otro alto en el camino, una de las más grandes y elegantes de Cartagena. A lo largo de la historia fue cambiando de nombres. Lo mismo le sucedió a la hoy llamada plaza de los Coches. Aquí se encuentra el Portal de los Dulces, donde dar un gusto a nuestro paladar.

El Teatro Heredia, construido a inicios del siglo XX, completa este recorrido por el casco antiguo. Es de estilo italiano, con influencia caribeña. Los apasionados por la arquitectura no se lo pueden perder.

Hay otras muchas paradas, que puede y debe descubrir cuando visite Cartagena, entre ellas, las Bóvedas.

El encanto nocturno de la ciudad. Fotografía de Luz Adriana Villa A.
El encanto nocturno de la ciudad. Fotografía de Luz Adriana Villa A.

El Convento de la Popa: Suba allí para conseguir unas espectaculares vistas de la ciudad. Está situado en una pequeña montaña, a 145 metros de altura. En el museo del convento hay diversas piezas de gran interés histórico.

Y por supuesto, si va a Cartagena de Indias, disfrute de su gastronomía y de su vida nocturna. Hay muchas zonas de ocio, para que el visitante pueda mezclarse con los ciudadanos de Cartagena y así, conocer la ciudad desde dentro.

El clima

El clima es bastante tropical y húmedo. La temperatura promedio es de 26-27ºC, aproximadamente. No suele variar demasiado a lo largo del año.

El verano va de diciembre a abril: es una época seca, marcada por los fuertes vientos y las lluvias escasas. En cambio, el invierno (de agosto a noviembre) es la época húmeda, con fuertes lluvias y vientos débiles. Es también el periodo de los huracanes.

¿Cómo llegar?

Se puede acceder fácilmente por tierra, mar y aire. El aeropuerto de Cartagena es el Rafael Núñez Crespo. Llegan diversas líneas aéreas por lo que es una vía rápida para volar desde otras de las ciudades principales del país, ya sea la capital, o Medellín o Cali.

También se llega a Cartagena por mar, puesto que se trata de uno de los principales puertos de la zona. Son muchos los cruceros que hacen parada en la ciudad.

Por carretera, hay diversas compañías de autobuses que conectan las principales ciudades del país. Sólo hay que tener en cuenta que desde Bogotá, por ejemplo, son más de 1.000 kilómetros.

Para más información: http://www.cartagenadeindias.travel

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